Ocupar mi lugar
Atreverme a mostrarme como Bugui García ha sido un largo proceso de muerte y renacimiento, un periodo que empezó en el 2001 y se acentuó en el 2019, con la pérdida de mi padre. Continuó más o menos así:
En el 2020, ya sabéis quién cogió las riendas del mundo…
En el 2021, mi cuerpo me avisaba de que algo en mí tenía que morir también…
En el 2022, fueron liberándose espacios, antes ocupados por seres y partes internas que creía insustituibles y que, de alguna manera, entonces lo eran.
Primero, terminó mi relación de pareja, a los pocos meses, murió Neo, mi perro y luego Krisna, mi gato. La proporción del inmenso vacío, más allá del dolor, me hizo darme cuenta de lo que venía, un camino que me situaba en la única responsabilidad: “yo mismo”.
¡Era el momento de habitar mi propio espacio!
A finales de 2022, mi querido Javier Rico, del estudio Mutador, nos mostró a Laura Obradó y a mí la propuesta de logo para Bugui García, mi marca personal.
En lo profundo, ¡fue amor a primera vista!
Rico nos presentaba un logo en el que la B y la G se habían fundido con la fuerza de dos inspiraciones. La primera, provenía del mundo de la moda y enmarcaba el contexto en el que nos conocimos hace 25 años. La segunda, volteaba la G, dándole un giro a lo establecido y honrando el pasado, como guiño y seña de mi forma de mirar el mundo.
Tras su explicación, ese primer pálpito que produce el enamoramiento se transformó en un latido constante y reconocí como propio, un símbolo necesario para recordar cuál es mi lugar. Tomarlo suponía dar un paso adelante para mostrarme y compartir lo que traigo sin miedo; mi experiencia con lo invisible, con lo sutil, con el “no hacer”, con el estar y con el ser.
Y era el momento.
Reconozco que la experiencia de este parto me ha sorprendido. Entre otras cosas, porque he podido ver cómo las letras se relacionan entre ellas con un idioma propio que solo puede sernos revelado a través de la representación simbólica. Por eso, me gustaría que esta, mi primera “carta desde el campo”, sirviera para dar voz a mi logotipo y compañero de camino y para que él mismo os explicara su “desde dónde” nace y su “hasta dónde” está dispuesto a “ocupar mi lugar”.
“El logo que me parió”
Mi más sincera gratitud a Rico y a todas las personas que me acompañan en este viajazo.
Con mucho cariño,
Bugui García